El grupo de prensa y divulgación del Ministerio de Cultura, presenta el relato de Alfonso Cárdenas Veloth, director de la Escuela de Música Lucho Bermúdez de El Carmen de Bolívar, quien hace parte del proyecto ‘Rostros de la Cultura Colombia: Uno de nosotros, entre millones’.
Esta iniciativa de MinCultura presenta una muestra del trabajo y la pasión quienes aman, viven y hacen cultura en todas las regiones del país. A través de una galería, cada rostro reúne una serie de tres fotografías y testimonios que permiten explorar su territorio, intimidad, esencia, motivaciones y realidad.
“La música es mi vida. Mi existencia gira en torno a ella, desde la práctica hasta la educación que impartimos en el territorio. La felicidad de los niños, es la felicidad nuestra”, explica Cárdenas.
Cárdenas Veloth es el director de la Escuela Municipal de Música Lucho Bermúdez, un proyecto ha sido liderado por la Alcaldía de El Carmen de Bolívar, el Ministerio de Cultura y el Instituto de Cultura y Turismo de Bolívar (ICULTUR). Dio inicio a sus labores formativas y de divulgación en septiembre del año 2014.
Desde entonces, atiende a las comunidades de los Montes de María convirtiéndose en el referente cultural de la región. Actualmente cuenta con procesos de formación en cuatro prácticas colectivas: Banda, Música Tradicional de Gaitas y Tambores, Conjunto Típico en Músicas de Acordeón y la Práctica de Coro. Beneficia aproximadamente a 612 niños, jóvenes y adultos entre la planta física de la escuela, 10 instituciones educativas del casco urbano, cuatro corregimientos (El Salado, Caracolí, Alta Montaña, Macayepo) y una vereda (Berruguita)
“Para mí la Escuela de Música Lucho Bermúdez es algo muy grande y su aporte ha sido poder transformar el territorio desde la música. Una de mis premisas era no mostrar en un papel que estábamos cubriendo grandes cifras de estudiantes, entendiendo que lo que aquí tocaba hacer, era una transformación desde lo mental, para que la gente empezara otra vez a creer en sus raíces. Y que los niños, jóvenes y adultos, pudieran ejercer estas prácticas musicales de una manera libre, sin tener ninguna clase de prejuicios, como las que dejaron las secuelas de la violencia y las masacres”, añadió Cárdenas.