Un proyecto curatorial y museográfico para la reactivación del Fuerte de San Fernando en el corregimiento de Bocachica, avanza a buen ritmo, en cumplimiento de un convenio entre la Escuela Taller Cartagena de Indias (ETCAR) y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH).
“El propósito de esta alianza es aunar esfuerzos técnicos, administrativos y financieros para reactivar el patrimonio arqueológico, arquitectónico y etnográfico de este Bien de Interés Cultural Nacional –BICNAL- ubicado en la zona insular de Cartagena. Las actividades del convenio contribuyen a promover canales efectivos de comunicación, la valoración del patrimonio y apoyo al desarrollo de proyectos sostenibles que redunden en beneficio de nativos y visitantes”, expresó Álvaro Gómez Poveda, director General de la Escuela Taller Cartagena de Indias.
Bajo el lema “Bocachiqueros sueñan”, el área de museología del ICANH, en cabeza de Margarita Reyes, curadora del proyecto, han venido trabajando con diferentes sectores de la comunidad para establecer criterios y categorías que permitan concebir espacio museográficos multifuncionales, ello se traduce en la necesidad, no solo desarrollar tareas inherentes al espacio museo, como investigar, curar, diseñar espacios expositivos, conservar y divulgar, sino además, adelantar procesos de formación dirigidos a diferentes sectores de la comunidad sobre los temas del proyecto.
Cada espacio además de contar con dispositivos temáticos didácticos sobre un tema histórico o etnográfico, dispondrá de un espacio taller donde personas bocachiqueras estarán elaborando materiales didácticos pedagógicos.
“De cal y Piedra para la defensa”, será el tema del primer espacio del museo donde se explorarán los oficios alrededor de la construcción de castillos y fortificaciones, allí se desarrollarán modelos manuales a escala de algunos elementos constructivos del desaparecido Castillo de San Luis y el Fuerte de San Fernando.
Dos espacios más estarán dedicados a los múltiples oficios que intervinieron en la construcción de Galeones, navíos y bergantines, tales como carpinteros, herreros, tejedores de velas, calafateros, aserraderos, montadores, percheros, loneros y cordeleros. Igualmente, se encontrarán narraciones de hundimientos y naufragios, instalaciones sobre lo que entró y salió en las embarcaciones desde y hacia Europa y América, sobre lo que se comía allí y aquí y de lo que se mezcló.
‘¡El enemigo se acerca!’, ‘Entre fuegos, pantanos y mosquitos’ y ‘De héroes y villanos’, son temas que se abordarán desde la cotidianidad, las cartas de amor y guerra, las tendencias y maneras de estar y vestir de hombres y mujeres en la Cartagena del siglo XVIII. En estos escenarios museográficos se investiga y trabaja con artesanos y artistas diseñadores en la creación de una línea de prendas y accesorios que harán parte de escenificaciones de monólogos y parlamentos históricos en un teatrino, cuyo telón de fondo es el gran Caribe.
-Saber hacer- y -aprender haciendo- es el ejercicio central de esta propuesta curatorial pedagógica; se trata de pensar en un museo donde se habla, se trabaja, se trasmite, se comparte con la gente, por ello uno de los espacios centrales de este proyecto son las mujeres y hombres de fuego y mar. Alrededor del fuego, del caldero, de la comida de las matronas Bocahiqueras, de sus vidas, de sus recetas de sal y dulce.
Y de la gente de mar…
“Yo soy José Bello nací en 1944 y soy navegante y pescador. Aquí en Bocachica nuestra memoria viene del mar, de la pesca, los pescadores somos artesanos del oficio, es una pesca muy artesanal que está amenazada, los peces se han ido más lejos y algunos ya ni se encuentran, han desaparecido entre los gigantes barcos que pasan con gente y mercancías”.
“Yo me encomiendo a la virgen del Carmen antes de entrar al agua”
Juegos tradicionales, fiestas, celebraciones, la música de cabildo con su reina y su príncipe con su escuela de niños de danza, estarán presentes con su oficio de bailadores y sus herramientas que son tamboras, maracas, sus voces y sus cuerpos al son de ritmos de mapalé, fandangos y son de negro será otro de las prácticas y tradiciones de los bocachiqueros que estarán presentes en otro de los espacios museográficos.
Temas tan importantes como la religiosidad y la espiritualidad en donde se conjugan y fusionan tradiciones, creencias e imágenes indígenas, africanas y españolas estarán presentes en varios espacios, que darán continuidad al tema titulado ‘Para curar el cuerpo y el alma’, allí se expondrán propuestas curatoriales relacionadas con 400 años de epidemias, contagios y mortandades, donde boticarios, barberos y curanderos indígenas y africanos se enfrentaron o aportaron lo suyo en ranchos, boticas, gabinetes y hospitales para frenar la mortandad de las poblaciones o tener el reconocimiento, o en el peor de los casos evitar ser acusados por la iglesia de herejes y brujos.
De acuerdo con el director Gómez Poveda: “La inversión más importante a la que apuesta este nuevo espacio museo en el Fuerte de San Fernando, será en el proceso de formación para el fortalecimiento cultural y educativo de niños, jóvenes y adultos de las comunidades. Se busca brindar opciones para que hagan realidad sueños y esperanzas a partir de procesos de interacción e intercambio de saberes, tanto en espacios cotidianos como en espacios de construcción y creación colectiva, con sabedores de la región y profesionales de distintas disciplinas”.
“Tenemos el reto de pensar y soñar otras maneras de construir museos para nombrar, ver y sentir el contexto social y cultural de los diferentes territorios. Construir espacios espejo, en donde las vivencias individuales y colectivas se hagan presentes, al igual que sus conflictos a través de maneras de hacer y sentir”, puntualizó Margarita Reyes, curadora del proyecto.