Castillo de San Felipe de Barajas, ahora protegido con pararrayos

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Con los objetivos de evitar el impacto de rayos que puedan ocasionar perjuicios a los visitantes del Castillo de San Felipe, y de proteger los elementos constitutivos de esta fortaleza, la Escuela Taller Cartagena de Indias (ETCAR), administradora de las Fortificaciones de la ciudad por designio del Ministerio de Cultura, instaló un sistema de pararrayos en tres puntos estratégicos del monumento.

Se trata de un moderno y sofisticado equipo certificado en Europa, que establece un apantallamiento en el Castillo de San Felipe a partir de la instalación de tres pararrayos, cuyos radios de acción dan cobertura total al fuerte. El primero se encuentra en la espadaña de la fortaleza, en el punto más alto del Bonete; el segundo está ubicado en la parte alta de la bandera de Colombia, en la batería del Hornabeque; y el tercero, en un poste de energía dentro del glacis del monumento.

Estos pararrayos son autocebados, lo que se traduce en un sistema donde el aparato, que está ubicado en un punto superior a la altura máxima del sitio, tiene una carga ionizada que permite captar el rayo y aterrizarlo dentro de su diámetro de cobertura.

Por ello, al momento que un rayo se presente cerca del Castillo de San Felipe, estos artefactos lo conducirán a través de los cables eléctricos, llevándolo hacia una malla de tierra que se encuentra al pie de cada instalación, sin causar daño a la fortificación ni a las personas.

Para la implementación de este equipo, la ETCAR tuvo en cuenta los beneficios que traería en comparación con los sistemas tradicionales de pararrayos, los cuales contemplan la instalación de un cableado que bordearía la extensión del Castillo de San Felipe, con la utilización de clavos y alambres, lo cual generaría un impacto físico negativo a la fortaleza.

En contraste, este sistema se utiliza específicamente en sitios donde no es posible hacer un apantallamiento multipunto e interconectado, como es el caso del Castillo de San Felipe por su condición monumental, en el cual el sistema solo es visible en tres puntos, cada uno con un radio de acción suficiente para garantizar la protección de los visitantes y la fortaleza como tal.

El director general (e) de la Escuela Taller, Álvaro Gómez Poveda, indicó que “Estos pararrayos son de los elementos más discretos en el mercado, de las instalaciones más respetuosas con el carácter patrimonial del Castillo de San Felipe de Barajas. No son invasivos y su eficacia es del cien por ciento. Con la instalación de este dispositivo no solo estamos procurando la conservación de la fortaleza, sino también la seguridad de nuestros visitantes”.

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