El concejal del Partido de la U, Cesar Pión González, ponente del debate, aseguró que la principal finalidad es tener una idea clara de las políticas de prestación de servicio en salud a los educadores del Distrito y buscar la satisfacción de los mismos.
“A la corporación nos llegan quejas de algunos educadores que no tienen la atención a tiempo, que son trasladados a la ciudad de Barranquilla y que muchos ejercen sin tener el relevo adecuado, llevando a una educación en riesgo y sin calidad. Estamos poniendo en juego la educación de nuestros hijos debido a que hay una cantidad de educadores con patologías sin atención y continuidad”, indicó.
La secretaria de Educación Distrital, Claudia Almeida, dijo que la salud ocupacional ha sido una prioridad en su gobierno, y han adelantado estrategias para fortalecer la atención en salud de los docentes. “trabajamos articulados con la Fiduciaria La Previsora y pretendemos para el 2019 conformar un equipo que mejore, desde la secretaria, los aspectos que ustedes mencionan. Este contrato no se ha podido fijar para esta vigencia pero estamos cerca de hacerlo.”
La directora de talento humano, Martha Páez, precisó el funcionamiento desde el marco normativo de la salud de los educadores, y el papel que juega la fiducia y la secretaría en el proceso. “la Fiduciaria la Previsora es la encargada de la administración de los recursos SGP para la salud, pensión y riesgos laborales de los maestros. La secretaria de educación hace un acompañamiento, pero realmente no tenemos una incidencia directa frente a la decisión de elegir al prestador de servicio, eso es de órbita nacional”.
Por su parte, Ángela Rodríguez, directora operativa del Dadis indicó que han recibido 112 quejas de los maestros, donde la más común es la falta de oportunidad en citas con especialistas, y a pesar de que este servicio pertenece a un régimen excepcional, el Dadis las remite a la superintendencia de salud.
El concejal Dagoberto Macías expresó su preocupación por la falta de vigilancia que tienen los recursos de gratuidad que anualmente se les entregan a los rectores de las instituciones educativas. “estos son ingresos que se generan con los impuestos, con el dinero de la gente, que busca mejorar la calidad de la educación en Cartagena, la Secretaría de Educación debe velar por la calidad humana de todos”.
Accidentalidad en Cartagena y manejo del CRUE
El concejal por el partido Conservador, Óscar Marín Villalba, llamó a control político al Jefe de la Oficina Asesora Jurídica del Distrito, al director del DADIS, al director DATT, y al coordinador del Centro Regulador, para que le expliquen a los cartageneros, porqué las víctimas de los accidentes de tránsito son trasladados en la mayoría de los casos a la Clínica de Barú, indistintamente del lugar donde se produzca el incidente o el nivel de complejidad en la atención que requiera el paciente.
La proposición está encaminada a conocer cuáles son las estadísticas que en materia de accidentalidad se han presentado en el último trimestre, determinar el lugar; a donde fueron trasladados; cuántas fueron trasladadas a la Clínica Barú; cuántos centros asistenciales existen en la ciudad y están en la capacidad de atender este tipo de eventos; saber cuáles son los criterios que maneja el CRUE para su traslado y lo más importante revisar el sistema de referencia y contrareferencia que ofrece el Distrito frente a la unificación de la comunicación de la red hospitalaria de Cartagena.
“Tenemos conocimiento que existe una guerra entre los distintos conductores y paramédicos de ambulancias, para trasladar todas las urgencias causadas por accidente de tránsito a la Clínica de Barú. Es inadmisible que los accidentes ocurran en cualquier punto cardinal de la ciudad y estos tengan que recorrer largos trayectos para brindar atención en un solo centro asistencial de Cartagena”, aseveró.
Del mismo modo, la concejala Judith Díaz Agámez adicionó a la proposición presentada por Marín Villalba citar a los representantes de las aseguradoras para que expliquen si han identificado fallas en la atención de los pacientes en la clínica Barú.
