En el puente internacional Francisco de Paula Santander, la Vicepresidenta de la República indicó que “esta es una tragedia que no para”, al referirse a lo que vivieron los habitantes fronterizos el día anterior cuando algunos camiones que transportaban la ayuda humanitaria al pueblo venezolano fueron incinerados.
La funcionaria visitó el lugar junto al presidente de la República señalando que “lo de ayer es lo más aberrante que hemos visto desde el punto de vista del Derecho Internacional Humanitario: un dictador que destruye alimentos en la cara de la gente famélica, que destruye medicamentos al frente de los parientes de quienes están enfermos en un hospital sin ninguna atención médica en Venezuela, que ordenó a unos colectivos paramilitares utilizar armas no convencionales, perdigones que viene con una especie de puntillas que son violatorios del DIH, con esos perdigones le sacaron los ojos ayer a muchas personas, todo por orden de Maduro y de los colectivos”.
Asimismo, indicó que está demostrado que las fuerzas militares de Venezuela han tomado contacto con la realidad y “no cometieron todos estos atropellos, sino que lo hicieron los colectivos. Esos colectivos no representan a los militares de Venezuela y fue claro el mensaje del presidente Guaidó: él quiere a esos militares en las bases, en las instalaciones militares, haciéndole caer en cuenta a cada soldado que lo que está haciendo Maduro es destruir un pueblo y que la institucionalidad legítima no puede por ningún motivo acompañarlo”.
La Vicepresidenta destacó el grupo de militares, oficiales y suboficiales, que en las últimas horas decidieron ponerse del lado de la Constitución, la libertad y del presidente interino de Venezuela y resolvieron abandonar “una fuerza que está conducida de manera ilegítima por un ocupador que está a la fuerza en el Palacio de Miraflores. Por encima de todo quedó evidente el compromiso solidario del pueblo de Colombia, del Gobierno colombiano y el orden que hemos restablecido”, agregó.
