Por: Bertha Teresa Bolaños
Foto: Antonio Alcalá
Los más de setenta miembros de la familia Flórez se dieron cita en Cartagena de Indias para unir lazos familiares y de afecto como ejemplo de unidad. Fue una intensa jornada en la cual recordaron momentos que ya casi estaban perdidos en la historia familiar, elevaron oraciones por los que ya no están y visitaron, entre muchos otros lugares, la Torre del Reloj, un monumento que por muchos años fue atendido por Rafael Flórez Bustos y luego por su hijo, Rafael Flórez Solano, (padre del Ingeniero cartagenero Antonio Flórez Garizabal), quien además de darle cuerda al reloj, hacía su mantenimiento y cuidaba de su entorno hasta 1993.
En el Corralito de Piedra se encontraron los hijos de Rafael Flórez Solano y de sus hermanas Emelina, Lucila, Paulina y Amelia quienes trajeron a casi toda la descendencia, incluso a quienes se radicaron fuera de Colombia. Visitar el monumento al Reloj Público es motivo suficiente para venir a Cartagena.
Los miembros de la familia recordaron, entre muchas otras anécdotas, las veces en que el abuelo Rafael les encomendaba la tarea de ir a dar cuerda al reloj mientras él, como cualquier cartagenero amiguero, se reunía con los compañeros en el centro a refrescarse con unas cuantas cervezas, el tiempo no se podía detener en Cartagena.