Colombia dio su mejor cara ante Polonia y, además, lo hizo en una situación extrema, cuando una derrota le dejaba fuera del Mundial y un empate en una situación delicada. Los de Pékerman ganaron y convencieron. MARCA Claro Colombia le da las cinco razones para que se produjera una metamorfosis como esta, aunque esta vez sí se vio al equipo que todos esperaban, con un fútbol alegre, dinámico y efectivo. Estos son los motivos:
- CONSISTENCIA DEFENSIVA: Para atacar bien, primero hay que defender bien. La debacle ante Japón viene por un mal inicio de todo el equipo en la faceta defensiva. Los despistes y la falta de concentración costaron muy caros, con la expulsión de Carlos Sánchez y el gol de penalti. Todo se puso cuesta arriba a los tres minutos. Ante Polonia, todo el equipo funcionó a las mil maravillas a la hora de frenar al rival. Yerry Mina y Dávinson estuvieron espectaculares anulando a Lewandowski. Colombia fue un equipo sólido y a partir de ahí todo fue más fácil.
- LA ENTRADA DE JAMES: La estrella de Colombia no fue titular ante Japón y cuando saltó al césped su equipo jugaba con uno menos y vivía una situación delicada. Además, venía de trabajar a medio gas por sus problemas musculares, con lo que no pudo ser ese futbolista desequilibrante que todos conocemos. Ante Polonia todo fue distinto. Se vio al James que ha brillado en el Bayern. Se echó a su equipo a la espalda y marcó la diferencia en los momentos claves. Fue la referencia ofensiva. Cuando se incrustaba en el medio, él decidía la velocidad a la que se jugaba. Cuando se tiraba a las bandas, sus pases eran letales. Sólo le faltó el gol, pero sus dos asistencias a Yerry Mina y Cuadrado fueron de genio, especialmente esta última. Su pase de un lado al otro del campo está guardado para los más grandes.
- TALENTO EN EL CENTRO DEL CAMPO. Sí, la apuesta de Pékerman funcionó a la perfección. La lesión de Abel Aguilar a la media hora no trastocó los planes, porque tanto Uribe, que entró por él, como Barrios y Quintero dominaron el centro del campo ante Polonia y conectaron con James y Cuadrado durante todo el partido. Fue un monólogo de Colombia, que ganó el partido en esta parcela del campo con futbolistas con mucho talento. Quintero hizo un partido sublime. Estó benefició a los tres futbolistas que jugaban por delante de ellos. Ahí se fraguó el triunfo, en la sala de máquinas.
- LA AMBICIÓN. Un factor fundamental para ganar. Tras marcar el primer tanto, Colombia lejos de dar un paso atrás decidió que la mejor defensa es un buen ataque. No cambió en ningún momento su manera de jugar y fue ambiciosa, lo que le llevó a marcar el segundo y el tercero. Incluso pudo hacer más. Demostró que tiene una idea de fútbol y, sobre todo, que cree en ella.
- LA PEGADA. Hay selecciones que llegan muchas veces al área rival, que tocan y tocan, pero no definen. Colombia demostró una pegada que la convierte en una selección distinta. La primera asistencia de James la aprovechó un Yerry Mina que es letal en sus remates de cabeza. Falcao definió perfectamente tras el magistral pase de Quintero, al igual que Cuadrado con la maravilla de James. Tener acierto en el área rival es fundamental en un Mundial y Colombia demostró que está muy afinada en el área rival.