Hace varias semana que el tiempo se había detenido en Cartagena de Indias, el legendario Reloj Público no quería dar la hora, se detuvo a las diez y treinta de una mañana cualquiera y allí quedó por miles de horas y millares de minutos.
La Fundación Grupo Conservar comienza el desmonte de cada una de las piezas que integran el sistema del Reloj Público, para su mantenimiento y restauración.
Esta firma especializada en conservación y puesta en valor del patrimonio mueble de la ciudad será la encargada de hacer que el reloj de la Torre vuelva a dar la hora.
El tiempo presupuestado para el inventario, mantenimiento y conservación de cada una de las partes que integran esta emblemática máquina del tiempo que le marca la hora a los cartageneros y turistas es de dos meses contados a partir de la fecha.
Salim Osta, restaurador de la Fundación Grupo Conservar y encargado de los trabajos de conservación explicó que se hará un diagnóstico para evaluar el estado de las piezas, si están deterioradas, las oxidadas y las que están en muy mal estado y requieren cambios.
“Es un mantenimiento integral. Se cambiará lo dañado al Reloj y para eso nos acompañaremos de un experto de descendencia Suiza, que trabaja con el Reloj de la Iglesia San Pedro Claver, y vamos a tener una pieza restaurada y puesta en marcha”, afirmó.
También se intervendrán las campanas y todo el engranaje, que por las condiciones de nuestro ambiente y las brisas marinas han afectado el sistema del reloj.
“Se espera que en dos meses esté funcionando y con el sonido de las campanas, que es fundamental para recuperar esos vientos de buenos tiempos que deben volver para la ciudad”, manifestó el restaurador Osta.
Las partes que integran el reloj serán llevadas al taller de la Fundación Conservar, para que expertos en conservación de este tipo de monumentos realicen los trabajos de mantenimiento.
Cabe recordar que el Reloj Público de Cartagena fue llamado inicialmente la Boca del Puente y fue construida como entrada principal a la ciudad amurallada, los arcos laterales eran usados como capilla y cuarto de armamento . Cuando termina el cerramiento de Calamarí , en 1631, adquiere Cartagena una puerta principal, era el único ingreso a la ciudad propiamente dicha. La Torre del Reloj fue igualmente destruida por el barón de Pointis y en 1704 fue reconstruida por el ingeniero Juan Herrera y Sotomayor.